Ser una Mamá Adolescente No Arruinó mi Vida, Me Dio un Propósito.
- Mitzi J Hernandez
- Dec 6, 2017
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Muchos me miran con sorpresa cuando nos ven a mí y a mi hija y dicen que no pueden creer que sea mi hija, a menudo me dan "OMG pero te ves tan joven" o "Creí que era tu hermana". Si tuviera un dólar cada vez que escucho eso, sería rica.
La verdad es que fui una madre adolescente, tuve a mi hija después de mis 16 años, sí, sé que no debi de hacer lo que hacía. Era joven, estúpida y cachonda (malditas hormonas) pero sabía lo que estaba haciendo, pero poco sabía todos los giros y vueltas que mi vida estaba a punto de tomar, los sacrificios, las luchas, la frustración, el dolor y todas las lágrimas que iba a llorar mientras criaba a este ser humano que traje a este mundo.
Me convertí en la gran decepción de mi padre y me echaron, tuve que mudarme con el padre biológico y el infierno estaba a punto de comenzar. Después del nacimiento de mi hija, todavía estaba tratando de terminar la preparatoria, ser madre de una niña pequeña, hacer tareas y no tener ningún apoyo de parte de tu familia o de cualquier persona era realmente difícil.
Estaba en una situación muy complicada que lidiaba con el abuso, hasta que conocí a una familia cariñosa y me acogieron a mi y mi hija y nunca miramos hacia atrás.
Pude terminar la preparatoria. Me gradué de la escuela Hamilton High School en 2007. No pude asistir a la universidad tan pronto como me gradué, no pude ir a fiestas de fraternidad, no vivía una vida promiscua o de fiesta todos los fines de semana. como la mayoría de las personas de mi edad.
Tan pronto que me gradué tuve que empezar a trabajar, no uno sino dos trabajos para mantenernos a mí y a mi hija. Luché económicamente y me atrasé en las facturas, casi fui desalojada de mi casa "varias veces" por falta de el dinero, los servicios públicos como la luz, agua me los cortaron “varias veces”, estaba sola, habría momentos en los que no tendríamos suficiente comida para comer. Caminaba millas hasta despensas de alimentos y cargaba mi carriola con comida.
Te estás preguntando por qué te digo esto, no lo estoy haciendo para que nadie sienta lástima por mí, sino para que las personas conozcan la lucha que sufren algunas madres adolescentes. Ser una madre adolescente me enseñó mucho, me moldeó como la mujer que soy hoy. Ser madre le dio un propósito a mi vida porque la que siempre estaba allí para animarme era mi hija, la única razón por la que nunca me rendí, era mi hija, todos los sacrificios que hice y todo el dolor que pasé fue, para poder proveerla. Sé lo que es la lucha, sé lo que se siente no tener dinero, sé lo que es sentirse mal, sé lo que es tener hambre y sé cómo trabajar duro para lo que necesito.
A pesar de todo, al verla crecer, sus sonrisas, sus abrazos y besos me hicieron seguir.
Ella dio mi vida un propósito.
Puse muchas cosas en espera para criar a mi hija, pero la vida es un viaje, no una carrera, no estoy donde quiero estar en la vida, pero estoy en un camino de superación personal, estoy trabajando arduamente para alcanzar mis metas y tengo la perseverancia y la diligencia para llegar allí. Mi vida no es perfecta, todavía se pone difícil, pero vivo cómodamente y estoy agradecida por lo que tengo.
A pesar de todos los estereotipos negativos sobre las madres adolescentes, ser madre a temprana edad no arruina tu vida, conozco a muchas mujeres exitosas que tuvieron hijos a temprana edad. No quiero promover el embarazo adolescente; créanme, no es nada fácil. ¡POR FAVOR ESPERA! Pero realmente creo que tener a Jemny (mi hija) me ha convertido en una mujer mejor. Y me gustaría que el mundo supiera que las madres adolescentes pueden ser tan afectuosas, cariñosas, responsables, capaces de atender a su hijos como cualquier otra madre, a diferencia de otras mamás, somos un poco más jóvenes.
Existe la idea errónea de que todos los padres jóvenes han cometido un error y como resultado, han abandonado su vida. Quedarme embarazada a los 16 años no significaba que mi vida había terminado. Significaba que podía vivir más tiempo con mi hija, la conocí antes de lo esperado. Por supuesto, paso la mayor parte del tiempo haciendo actividades de "mamá", pero también tengo mi propia vida, tengo una vida social, salgo con amigos, estoy trabajando en mi educación, voy a citas, viajo y hago muchas cosas, pero la mayoría de todo lo que hago, lo hago con mi hija y no lo haría de otra manera.
Ahora, como madre, le enseño primero a mi hija sobre la educación antes de comprometerse con algo serio, le enseño a valorarse y respetarse a sí misma y, lo que es más importante, sobre la lucha que tuve al ser una madre adolescente. Quiero que haga lo mejor, sea mejor y alcance su máximo potencial. No me arrepiento de nada porque aprendí mucho y la amo con todo mi corazón, ella es mi vida.
Pero en general, mi vida es increíble siendo una madre. Mi hija se ha convertido en mi mejor amiga y disfruto verla crecer en una joven increíble.
No uses a tus hijos como una excusa por la cual no puedes salir adelante en la vida, sí, será más difícil y la vida cambia absolutamente cuando tienes un hijo a una edad temprana, pero recuerda que aún puedes hacer una vida maravillosa para ti y tu hijo/a. No pares!